lunes, 6 de diciembre de 2010

Mesianismo lingüístico

"Cuenta el todavía director de la RAE que, junto a la puesta al día de la economía académica, Fernando Lázaro Carreter, antecesor e íntimo amigo suyo, le hizo otro encargo: 'Ocúpate de América'." (El país semanal, 5 de diciembre de 2010).
Hay quienes han nacido para cumplir con una alta misión y quienes hemos venido a este mundo para agradecer la orientación y guía de los que cumplen con el sagrado voto de iluminar las tinieblas de nuestra ignorancia. Seguramente ya adivinó la grandeza de su destino el joven que se reconoció en una crónica de Hora de España como el niño rescatado entre las ruinas del bombardeo en su natal Villaviciosa. Hubo de ser una señal. ¿Fue esa precoz resurrección la que le impulsó a seguir estudios de teología y a ejercer el sacerdocio? Queda para los biógrafos e historiadores la tarea futura de despejar la incógnita. Para sus fieles, solo resta la posibilidad de acercarnos reverencialmente a la figura del ilustre prócer para interpretar los sucesos que se nos revelan en la entrevista que nos brinda: ¿no recuerdan las palabras de Lázaro -"Ocúpate de América"- las de la reina Isabel la Católica a un Colón que las recibe arrodillado y presto a servir a Dios y a una España recién nacida? ¿No resuena en ellas el eco de algún Papa que, en sus últimas horas, confía a su sucesor la tarea de propagar entre los paganos esa buena nueva la primera con b alta y la segunda con b baja?
Podemos imaginarnos al entonces todavía secretario de la noble casa recibiendo sobre sus hombros tan pesada carga. Pero el esfuerzo compensa. Dispuesto a "servir al honor de la nación porque hacerlo es un honor en sí mismo" conseguirá después de tres mandatos doblar el presupuesto de la que él mismo denomina "una mediana empresa": seis millones de euros anuales, cinco millones de ejemplares de las publicaciones de la RAE vendidos en estos años en las distintas campañas de Navidad (este año nos espera la buena nueva ortográfica). Pero no nos quedemos en los fríos datos contables; porque no es ese el propósito de la Academia, el verdadero propósito es transatlántico y universal, ecuménico y conciliador, propio de hombres a quienes guía el deseo de consenso y la devoción por una lengua tan inquieta y andariega como la santa en cuya obra don Víctor, según el cronista, es una autoridad mundial. No hay por qué dilatarlo más: el objetivo es el panhispanismo lingüístico.
Nadie mejor que el protagonista de la entrevista para explicarlo: "Fui a Chile a presentar la anterior Ortografía. Fue un acto conmovedor. El salón abarrotado, banderas de Chile y España, obispos, generales, los himnos... Un ejemplo de panhispanismo". Desde la emoción de mi alma de panhispanohablante no solo rubrico sin rubor estas palabras sino que reivindico y grito desde las entrañas de Castilla, de México, de Guatemala, de toda la América hispana qué coño, ¡hermanos en el idioma, levantemos el estandarte de nuestra lengua española, más banderas, más obispos, más generales, más himnos, más garciadelaconchas!

4 comentarios:

  1. No seré yo quien rompa una lanza por don Víctor: viejos pleitos editoriales me lo impiden. Sin embargo -cómo odio las locuciones adversativas-,detecto en tu sutil y divertida prosa un cierto resabio generatriz que la ironía no consigue salvar. ¿No pretenderás que la comunidad hispanohablante respete nuestras manías verbales por el simple hecho de que charlaemos en el solar del vetusto código? Asumamos que somos una minoría lingüística y que los designios del verbo ya no nos pertenecen; nunca nos pertenecieron en realidad. Abandonemos con generosidad los marbetes -tampoco es para tanto- de la uve, de la "y" griega y de la uve doble -total, para lo que sirve- y aceptemos los designios de la mayoría de hablantes, representados por sus sagrados académicos. En la claudicación hay más inteligencia que en el conservadurismo a ultranza. Como sabes, la norma cambia,debe cambiar, pues de lo contrario seguiríamos hablando latín; aunque ya sé que esto no te molestaría del todo. Vale.

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  2. No, Negro... Hay algo objetivamente deforme, contrahecho y horrísono en ciertas variedades idiomáticas que podrían y deberían erradicarse con una cierta educación, leer en buenos libros y abstenerse de televisiones autonómicas y privadas. Y no estoy pensando sólo en el catalán que se habla en Valencia o en el español de Murcia. Por mi parte, sostengo que el catalán auténtico es el de la provincia de Girona, concretamente el de la calle Monturiol de Figueras.

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  3. El catalán auténtico debió de ser el de Girona allá por el siglo XI, cuando ni siquiera existía la calle Monturiol. Los idiomas no se pueden reducir a un organigrama jerárquico, como el de una empresa o una secretaría de estado; un idioma está formado, aunque a alguno le pese, por el conjunto de sus variedades diatópicas, incluidos los dialectos de frontera. No hay pureza en la realidad, solo mestizaje, afortunadamente; por tanto, tampoco en los idiomas. Lo horrísono está en escuchar a un hombre del tiempo sevillano reprimiendo el seseo o inventando, como una serpiente beoda, las eses finales de los plurales. Las lenguas, como las patrias, son varias y diversas. Es precisamente esa variedad de oralidades en la representación de una lengua lo que hace necesario preservar la unidad lingúística en la lengua escrita como un beneficio comunicativo. De ahí la importancia de que los académicos pacten con generosidad y sentido del todo las normas gramaticales y ortográficas necesarias para seguir garantizando que, pese a las diferencias, un señor de San Juan de Potosí lea sin sobresaltos una novela redactada en Argamasilla de Alba.
    Creo, con todos los respetos, mi querido Mishkin, que deberías revisar algunos prejuicios preconstitucionales, como se dice ahora eufemísticamente.

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  4. Concedo; sí a todo, excepto a lo de la calle Monturiol.

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                                                              RICARDO      ...