domingo, 27 de marzo de 2011

Horario de verano.

Per la Mare de Déu d'agost

a las set ja es fosc.

Hasta el 1 de Enero de 1901 la hora legal española era la del meridiano de Madrid y después cada gobernador civil hacía lo que se le antojaba en su provincia respectiva. ¿Qué hora es? La que usted quiera, señor Gobernador. El primer día del nuevo siglo se introdujo para todo el territorio el Tiempo Universal o GMT (Greenwich Meridian Time). En fecha tan remota como Abril de 1918 nos calzaron el horario de verano con adelanto de una hora entre Abril y Octubre. Por fin, en 1940 se implantó la hora oficial del meridiano 15º (¿por qué demonios el meridiano 15º, que pasa a casi 1500 kilómetros el este de Madrid?) y el 16 de Marzo de ese año a las 23.00 horas los relojes se adelantaron una hora por decreto y para siempre. Bien, este es el cuadro general. Las excepciones son muchas, caprichosas e impenetrables: No hubo cambio de hora en 1920, 1921, 1922, 1923 ni 1925. La República suprimió el horario de verano hasta 1936. En cambio durante la guerra los relojes saltaron frenéticamente y a su aire en cada zona. Así que días tuvo 1938 en que entre la Puerta del Ángel y la de Toledo había dos horas de diferencia. Actualmente toda Europa y casi todo el hemisferio Norte se ha apuntado al baile con diferentes modulaciones.

Entretanto en medio de este marasmo y desconcierto general la gente ha ido haciendo su vida como ha podido, más o menos como siempre y más o menos al margen de la hora oficial excepto los franceses. Se trata de un fenómeno que observo cada verano y que al menos favorece la rotación en las playas y la productividad de los restaurantes. Los franceses se van a comer cuando yo acabo de plantar la sombrilla, cuando me levanto de la siesta ya están pensando en la cena y -peor todavía- son capaces de meterse en la cama cuando las aguas a sotasol del crepúsculo se visten de ese oscuro y rojizo misterio coloidal, como si todo el océano se hubiera derramado de una inmensa botella de Burdeos. Esto es aún más extraño considerando que la longitud de París es la misma que la de Gerona. En cambio un gallego ve salir el sol media hora más tarde que un catalán, si bien es difícil sustraerse a la sospecha de que un gallego lo ve salir media hora más tarde aunque viva en Barcelona. Lo cierto es que franceses y españoles, como alfiles de distinto color, nos vamos cruzando por el damero del estío sin encontrarnos nunca.

Mi teoría al respecto es muy simple. Al tiempo de introducirse estos cambios España era aún una sociedad agraria, terca y preindustrial donde aún se miraba más al cielo que a la muñeca, probablemente desnuda. Así que los efectos domésticos del trajín horario fueon prácticamente nulos. Las doce, la una o las dos, mande usted lo que quiera; el sol cruza el meridiano del lugar, es mediodía y yo me voy a comer. Si en 1900 se comía a las 12,30 en 1980 se comía las 14,30, o sea, a la misma hora. Sospecho en cambio que los franceses hicieron el camino inverso y adaptaron la vida al reloj hasta sucumbir a sus extravagantes horarios contra natura. No olvidemos que Francia es una nación de ciudadanos y España un reino de súbditos, proclives, por tanto, a la desafección y a la anarquía.

Hoy vuelve el rito de adelantar el reloj, devastador para niños, animales, conductores, coristas del cotolengo de Santan Eduvigis y para la reputación de algún gobierno autonómico manirroto y pródigo (Impacto del cambio de hora civil en las pautas reproductivas del escarabajo pelotero de La Sagra). Pero yo adelanto el reloj con alegría. Con la promesa de las tardes interminables, demasiado largas y azules para mí.

2 comentarios:

  1. El cambio de 1940 tiene toda la lógica del mundo:Franco quería fusilar al amanecer sincronizado con los pelotones de ejecución nazis, para rendir culto al mito de la precisión germánica.
    ¿Por qué diantre, cuando pincho en el interesantísimo enlace "Impacto del cambio de hora civil en las pautas reproductivas del escarabajo pelotero de La Sagra", me sale el programas de becas de la Universidad de Castilla La Mancha? Mis vínculos con La Sagra me obligan a conocer la vida privada de sus coleópteros. Exijo una explicación entomológicamente satisfactoria.

    ResponderEliminar
  2. Estoy en lo mismo. Con lo de La Sagra, digo.

    ResponderEliminar

                                                              RICARDO      ...