jueves, 27 de enero de 2022

Cuatro poemas bobos


 "Cuatros poemas bobos" es extracto de Por lo demás, todo bien (2021), poemario inédito de Negro Black, quien saluda de esta forma la nueva y esperada singladura de La Rivoli


  Nocturno 

Cayó la noche. 
Un traspiés, 
y rodó todo lo larga que era.
No pudimos evitar la risa; 
para ocultarla, 
nos tapamos la boca con las manos. 

 Estábamos hartos de ver las noticias por la tele, 
 por eso nos distrajo 
 la irrupción cómica de la noche. 

 Las ventanas de enfrente 
 encendieron las luces con puntualidad, 
 quizá para mitigar el oprobio 
 de ver toda la noche derramada por los suelos. 

 No nos inquietaba, 
 sabíamos que volvería a incorporarse 
 con esa tenacidad que los sicólogos recetan 
 a quien se les acerca. 

 Pero llegó la hora 
 de ahogar nuestra inconsistencia en los sueños. 
 Entonces supimos 
que necesitábamos a la noche en pie. 

 Pronto experimentamos cierto alivio, 
 como cuando desciende el telón sobre el escenario, 
 al comprobar que, 
 tras el accidente, 
 no se le habían roto las gafas. 




  Post coitum tristia 

 Después de hacerlo 
acabaron rendidos. 
Analizaban la orografía del techo 
compartiendo un cigarrillo. 

Allá fuera, 
la lluvia rozaba la ventana 
con una vidriosa mirada de descaro. 

En el incómodo silencio, 
solo una pregunta revolaba, 
como una polilla tácita 
que hubiera atravesado el desierto 
solo para ellos: 
¿dónde quedó balbuciendo 
el no sé qué? 




  Irchelpark

Mientras caminábamos por la nieve, 
tú recordaste inoportunamente 
que el noveno círculo del Infierno 
es un páramo helado. 

No me inquietó, sin embargo, 
los cuervos velaban nuestros pasos en la vereda. 
En el Infierno no habrá aves, pensé. 

Un copo se descolgó de una rama
 y el estruendo estremeció 
una hilera de árboles desprevenidos. 

El cielo competía en blancura con la pradera 
y consiguió la victoria por dos medidas de leche. 

Fue entonces cuando apretamos el paso, 
temerosos de que el destino 
se perdiera con nosotros 
en aquel desierto blanco, 
preocupados porque los cuervos 
no mancharan de sombra 
nuestro camino de regreso. 




  Crepusculario 

Cuando bajo la basura, 
con chanclas y en pijama, 
me sorprenden en la calle 
los cielos pensativos, ensimismados, 
y el azul crepuscular de los viandantes. 

No me expongo mucho, 
porque me avergüenza que me vean así, 
mas no puedo evitar 
el deseo morboso de acariciar algún árbol, 
mientras los perros hieráticos 
alargan temerariamente 
sus sombras hacia el levante. 

“Es algo indecoroso enseñar a esas horas 
las uñas de los pies”, dice mi mujer. 

Pero cómo retraer las garras 
ante semejantes ocasos. 
Cómo resistirse a los finales trágicos de los días, 
a esa irrecuperable sensación de que todo se ha perdido, 
todo.

2 comentarios:

  1. Esta nueva faceta de Negro como ¿poeta de la experiencia? me ha descolocado bastante. Despierto te sigo mientras vagas irónico, atento y abrumado por el paso y el peso de los días. Un enorme placer volver a leerte.

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  2. La Rivoli abre de nuevo con el alborozo y el consuelo de un poema como "Crepusculario".

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                                                              RICARDO      ...