viernes, 18 de noviembre de 2022

 

                                                                    AMANDA


¿Cómo es posible que mi hija no se haya dado cuenta de semejante despropósito? Le dije que tuviera cuidado con ese hombre, que no era de fiar. ¿Pues no le dio confianza para poner un negocio de vinos? Y ella le entregó 3000 euros, para que le arreglase el local de venta y, claro, no se los devolvió. Se quedó con el dinero y no hizo nada. Mira que se lo dije, que siempre te has fiado demasiado de todo el mundo, que has sido una ingenua toda la vida, que tú no sabes nada de ese tipo de negocios. Y ella erre que erre, que sí, que era una oportunidad, que nadie la iba a engañar, que le habían hablado muy bien de esa persona, que todo lo hacía por salir adelante después de su divorcio. Si es que es como su padre, un crédulo, un cándido, un imprudente, un irreflexivo. Son tal para cual. Y yo siempre cuidando de ellos, advirtiéndoles de los peligros, de las malas gentes, del fraude, de la trampa, de la engañifa.

Todavía recuerdo aquella cesión de terreno que hizo él cuando apenas teníamos nada, cuando para arreglar la casa del pueblo le regaló al vecino un trozo de la parcela para que pudiera acceder con el camión. Es que era tonto, así, sin reclamarle ningún coste ni ningún papel, y eso que el terreno era mío de la herencia que me dejó mi madre... Pues se atrevió a hacer y deshacer sin consultar y ahora, ya ves, no tenemos sitio nosotros para meter el coche. De aquellos lodos vienen estos polvos. Y que no pasa nada, que era un acto de generosidad vecinal, que nos convenía por si alguna vez le teníamos que pedir algún favor. ¡Será ingenuo!

¿Y qué decir de ella? No me extraña que la abandonase el marido, si se pasaba gran parte del día con los del partido político ese en el que se metió, si no sabía ni freír un huevo, y ahora dice que el futuro son los vinos. Cabeza de chorlito. Como mis hermanas, a cual más desahogada. Toda la vida preocupándome de sus intereses, de sus deseos, de sus necesidades, pero ninguna me lo agradeció. Cada una va a lo suyo y allá te las entiendas. Cría cuervos. Nunca les ha importado si yo reclamaba algo, si me hacía falta algo, si estaba enferma, nada, yo era la burra de carga de todos, la que tenía que apechugar si había algún problema en la familia, la que les sacase las castañas del fuego. Y como la madre me dejó a mi la casa por ser la mayor y por ser la que más se había ocupado de ella, pues se armó el chocho grande. Que yo la había manipulado, que no tenía derecho, que me había aprovechado de su buena voluntad. Pues ya no me hablan.

Y el pamplinas de mi yerno, que lo único que ha hecho bueno es cortar con mi hija, pero mientras duró bien que quería que le hiciese la comidita y que le planchase los pantalones, y que le escuchase todas las tonterías que se le venían a la cabeza. Me decía: “¡Mamá grande! Preciosa, ¿qué te parece el traje que me he comprado? Voy a ir a la despedida de soltero de Joaquín, que se nos casa, ya iba siendo hora, si no se echaba novia ni con la más fea del barrio, pobrecillo, pero `ha pinchao´ y se nos casa de penalty. A ver si tu hija deja un día de estar con sus amigas y me ayuda a comprarle un regalo. Va a ser un bombazo.”

Pero no tenían que haberlo dejado. Al fin y al cabo él era el único que me hacía reír, el único que se acordaba de mi cumpleaños. ¡Qué pena de hija! No sabe lo que ha perdido, porque tener a alguien que acompañe tu soledad...eso es impagable. Si lo sabré yo que, aunque su padre es un chiquilicuatre, está conmigo y me hace compañía. Los dos se conocían desde pequeños, desde que se hicieron amigos en el parvulario y no había dios que los separase. Jugaban, estudiaban, se divertían, venían a mi a que les diese la merienda, estaban hechos el uno para el otro. Pero al pasar de los años y no tener hijos, eso, eso es lo que más me duele, que no me hayan dado nietos, con lo que disfrutaría ya con la edad que tengo, con la felicidad que hubieran traido unos retoños, ¡qué calamidad! Mi hija se metió en el partidos político ese que no sé qué le da...pues se metió porque conoció a un tipo que la comió la cabeza y le aseguró que podía hacer carrera política, que tenía don de persuasión y podía hacer mucho por su país. ¡Cuántas mentiras! Y poco a poco fue abandonando sus rutinas, sus querencias, a los amigos de siempre y se echó a esas amigas que se llaman feministas, que se creen que sólo ellas se preocupan por las mujeres. ¡Como si yo no me hubiese estado haciendo cargo de todas las que me rodeaban a lo largo de mi vida! Sin hacer halaraca, sin montar pollos, sin manifestarme cuando según ellas los hombres cometen algún abuso. Si al final va a resultar que la auténtica feminista soy yo. Pero mi hija dice que hay que salir a la calle y denunciar, y hacer visible los siglos de patriarcado que hemos sufrido. ¡Cuántas mentiras! Con lo que he peleado para que ella sea una mujer independiente, inteligente, con carrera universitaria, para que viviera con honradez y nadie pudiera pisotearla, para que nadie se burlase de ella y la tratasen con toda la dignidad que se merece. Pues no. Ahora dice que su marido la impedía crecer y que necesita sentirse realizada a través de otras ocupaciones. Que la gente del partido le ha enseñado a valorarse, que ahora es cuando realmente siente que su vida tiene sentido. ¡Válgame! ¿Y todo el trabajo que hemos hecho su padre y yo? Eso ya no le importa, ahora está empecinada en poner un negocio de vinos, que uno del partido le ha dicho que le vendrá muy bien para promocionarse entre los empresarios y en su carrera política. ¡Vaya desatino! No será si yo lo puedo impedir, que ya está bien, ella lo que tiene que hacer es volver con su marido, que es el que más la quiere, y seguir con su profesión sin meterse en camisas de once varas, que la deben 3000 euros y no sabe cómo los va a recuperar. Si se mete en berenjenales será por encima de mi cadáver. No le consiento que eche a perder su vida en nombre de no sé qué ideales y no sé qué principios. Principios de señoritas desocupadas, de gente ociosa, de personas vagas que solo emplean su tiempo en adoctrinar a los ingenuos que no se han esforzado en su vida. Gentes que aleccionan a los demás y en el fondo tienen un gran vacío dentro. Eso es lo que pienso y nadie me va a hacer cambiar de opinión.”




                                            ESTRELLA DEL MAR CARRILLO BLANCO


                                                          18 DE NOVIEMBRE DE 2022

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